Lloramos y sufrimos mucho. Puntualmente, porque luego yo siempre trataba de recuperar el vínculo con ella de mil maneras
“Si dice que es chico, es que lo es. Tienes que aceptarlo. No es una fase como piensas. Ve pidiendo cita con el endocrino y para los trámites de cambio de nombre”
Sabía que era mentira, pero también sabía lo testaruda que era mi hija, cómo se obsesionaba con las cosas y su necesidad de llevarlo todo hasta el límite
Nuestra hija está inmersa en una huida hacia delante, como tantas otras niñas, por contagio social